Las bibliotecas y la alfabetización en datos abiertos

Cada día se consumen y se generan más datos. Comprender cómo navegar los portales de datos abiertos, cómo interpretar y utilizar los conjuntos de datos son habilidades fundamentales para quienes se desempeñan en el ámbito del sector público, para la ciudadanía y por extensión para las bibliotecas que tienen como misión brindar apoyo a los miembros de su comunidad.


En la era digital, la alfabetización informacional requiere de la alfabetización en datos. En esta línea se presenta el Open Data Literacy (ODL), un proyecto colaborativo conducido por la Information School de la Universidad de Washington (UW) en colaboración con instituciones públicas que crean, gestionan y publican datos abiertos. Se focaliza en mejorar la accesibilidad y el uso de estos. Se propone preparar a las y los profesionales del sector para reforzar y hacer contribuciones significativas a las iniciativas existentes. 

ODL promueve la alfabetización en datos desarrollando nuevos contenidos y recursos educativos para estudiantes de la ISchool y bibliotecarios/as de bibliotecas públicas y coordinando experiencias de trabajo de campo que beneficien tanto a estos sectores como también a las agencias de gobierno. También colabora con los proveedores de datos abiertos en iniciativas y actividades de promoción y divulgación. El objetivo es preparar a los profesionales para la curación de datos y para construir una infraestructura, un ambiente óptimo para su preservación y servicios que prolonguen las colecciones de datos abiertos a largo plazo.


Kaitlin Throgmorton, Bree Norlander y Carole Palmer, en el artículos titulado "Open Data Literacy and the Library", reflexionan sobre el rol de las bibliotecas en la alfabetización en datos abiertos así como también brindan algunos lineamientos para sumarse a este movimiento.

Gracias al impulso que cobró la apertura de datos desde el año 2009, el número de conjuntos de datos liberados fue creciendo así como también sus posibles aplicaciones. Sin embargo, aún puede resultar complejo encontrarlos, comprenderlos y utilizarlos correctamente para propósitos específicos. Es aquí donde la alfabetización juega un rol clave. 

En este escenario dominado por los datos, las bibliotecas necesitan entender cómo acceder a ellos y utilizarlos y apoyar los servicios que dependen de este recurso. Además, deberían producir y publicar sus propios conjuntos de datos en la medida en que los gobiernos impulsen políticas al respecto.

Los roles de las bibliotecas públicas en el movimiento Open Data

Las bibliotecas públicas están naturalmente posicionadas para promover la alfabetización en datos abiertos y brindar acceso a recursos sobre la materia porque tienen un fuerte compromiso con el acceso a la información publica, la formación y la inclusión digital. Son instituciones que intermedian entre el gobierno y el público. Conectan a la comunidad con la información pública al reunir documentos gubernamentales y ayudan a interpretarlos, derivando a agencias de gobierno y servicios sociales y asistiendo con trámites. 
 
Los datos abiertos son una extensión lógica de las colecciones y de los servicios bibliotecarios de este siglo y completamente consistente con la misión de las bibliotecas. Desde el servicio de referencia es posible vincular al público con la colección de datos que satisfaga su necesidad de información, brindar orientación para  interpretarlos correctamente y así utilizarlos en reportes y documentos; también para la toma de decisiones basadas en evidencia. 

Existen tres áreas en las cuales las bibliotecas se involucran en las iniciativas de datos abiertos:
  • La Biblioteca como educadora: pueden ser las anfitrionas de eventos como el Open Data Day o Hackatones o también ofrecer alguna programación para concientizar en materia de datos abiertos.
  • La Biblioteca como colaboradora: para servir de apoyo al gobierno local o las administraciones en materia de buenas prácticas que se sustentan en el conocimiento sobre desarrollo de la colección, catalogación y metadatos. También integrar el portal de datos como un servicio más.
  • La Biblioteca como publicadora: poner a disposición del público los datos operativos de la biblioteca o ir más allá involucrando a más bibliotecas en esta tendencia.
Existen diferentes maneras para que las bibliotecas puedan comenzar a ser parte del movimiento de datos abiertos, a saber:
  • Invitar a un experto o entusiasta en la materia para que dicte una charla en la biblioteca.
  • Explorar el portal de datos de la ciudad en la cual se inserta la biblioteca y analizar los conjuntos de datos que pueden resultar de interés para la comunidad.
  • Incluir un enlace al portal de datos desde el sitio web de la Biblioteca y brindar sugerencias sobre sus potenciales aplicaciones.
Las bibliotecas también pueden publicar sus propios conjuntos de datos y muchas de ellas lo están haciendo. Así, los más populares son los relacionados con la circulación y las colecciones. 

Incorporar los datos abiertos en la estrategia de la biblioteca puede contribuir a mejorar y acentuar una variedad de funciones, incluyendo al servicio de referencia, el vínculo con la comunidad, las colecciones especiales y digitales, entre otras. Los datos abiertos deben ser una parte integral de los recursos y servicios de información que se brindan al público.

Las autoras brindan un panorama muy amplio sobre el papel de las bibliotecas en el movimiento de los datos abiertos. Resulta de suma importancia que el personal bibliotecario se forme en esta materia para poder incorporar a los datos como un recurso más. Ese es el desafío a que superar para posicionarse en esta tendencia mundial.

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