Apertura de datos en las bibliotecas del sector público: un nuevo escenario para la acción

Las bibliotecas del sector público tienen la oportunidad de ser parte de una tendencia mundial donde la transparencia es clave para avanzar hacia la participación ciudadana y la colaboración. Muchas de ellas ya son parte de las iniciativas de datos abiertos existentes. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para que asuman un rol más relevante en este contexto donde los datos son los protagonistas.

Ser parte de las iniciativas de datos abiertos existentes implica que las bibliotecas incorporen a los datos como un recurso más. Como profesionales de la información tenemos conocimiento en la gestión y conservación de la información, curación de contenidos, estándares de metadatos, alfabetización y experiencia en la implementación de repositorios institucionales.

Es el momento de asumir un rol más activo en la gestión de los datos públicos. Aquí se presentan dos caminos que no son excluyentes sino complementarios. Uno de ellos está vinculado a la participación desde el afuera, esto es: contribuyendo en la gestión, preservación, control de calidad de los datasets disponibles en los catálogos de datos institucionales. Sin embargo, también es necesario considerar a la biblioteca como generadora de datos. Es este segundo aspecto el que me parece interesante analizar en este caso.

Antes de contribuir en las iniciativas existentes hay que considerar que se puede participar de manera directa si se abren y se publican los datos que las bibliotecas generar como parte de su quehacer diario. Este escenario representa una oportunidad y un desafío ya que no sólo pone en relieve qué servicios y colecciones son las más consultadas, sino también aquello que tiene poco impacto en la comunidad. Por otro lado, permite aprovechar la potencialidad que ofrecen los datos para analizar la situación y tomar decisiones en base a la evidencia redistribuyendo los recursos de manera eficiente y proactiva.

Ser parte del proceso de transparencia activa no es una tarea sencilla. Hay mucho para aprender. Sin embargo, también hay antecedentes importantes a nivel mundial que son de gran ayuda para iniciar este camino. Pienso que es fundamental que las bibliotecas del sector público trabajen en forma colaborativa para demostrar a la ciudadanía y a los responsables de la toma de decisiones la vigencia que tienen en un tiempo donde la única constante es el cambio.